Os dejo lo que finalmente surgió del primer ejercicio, palabra: Molla.
Espero que os guste.
Al sentir el contacto de su piel, un impulso se apoderó de mis dedos.
Deseaba mas, deseaba explorar su cuerpo a pellizcos.
Sentir la carne de sus muslos prieta en mis manos.
Fundirla en calor de mi deseo excitado.
Como quien juega con el pan recién hecho:
quería desprenderle de costra,
Amasar su desnuda molla.
Salivar su sabor.
Alimentar mi boca.
Se me antojaba,
ansiaba insaciable hurgar en sus entrañas.
Descorchar el gemido-dolor afinado en la garganta
Empaparle en la esencia de mi sudor cohibido.
Penetrar la masa.
Acariciarle el alma.
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Caricias. Leyla González.
Gallina de piel!
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